bell hooks en el libro El deseo de cambiar afirma que: "la teoría feminista nos ha ofrecido críticas brillantes del patriarcado y pocas ideas lúcidas sobre la masculinidad". Desde esta perspectiva, y con un marco teórico que puedes consultar de forma completa, el Ayuntamiento de Terrassa apuesta por abordar la cuestión de las masculinidades como una construcción social transformable, diversa y no fija.

A partir de esta base conceptual, se establecen los objetivos que guían la línea de trabajo +Masculinidades Posibles:

  • Reflexionar sobre maneras de vivir la masculinidad más respetuosas y cuidadoras para los propios hombres y para el resto de personas con quienes se relacionan.
  • Fomentar una comprensión más amplia de las masculinidades, reconociéndolas como realidades diversas, flexibles y con posibilidad de transformación a lo largo de la vida.
  • Atender los malestares, miedos e inseguridades que la masculinidad genera en muchos hombres y buscar respuestas para poder vivirlas con menos costes para ellos y para el resto de la sociedad.


¿Por qué es necesario hablar de masculinidades?

  • La masculinidad no es una realidad fija, sino que se puede transformar.
  • La masculinidad tiene consecuencias negativas para los hombres y para el conjunto de la sociedad.
  • Las políticas públicas tienen un papel fundamental en la reconfiguración de las masculinidades.
  • Las masculinidades cuidadoras son una herramienta de transformación social. Apostar por un modelo de masculinidad que priorice la interdependencia y el valor de los vínculos puede generar relaciones más equilibradas y saludables.

Vídeos que recogen masculinidades posibles en diferentes etapas y ciclos de la vida.

Infancia. No competir también puede formar parte de la masculinidad.

La infancia es un momento clave donde nos construimos como individuos. La socialización de género nos lleva a identificarnos con uno u otro género de manera binaria y en el juego parece que competir y querer ser el mejor sea la única opción posible para la masculinidad.

Infància. No competir también puede formar parte de la masculinidad.  

Juventud. La ternura y la tristeza también pueden formar parte de la masculinidad.

Las emociones legítimas socialmente para los chicos son la rabia y el enfado. Las que tienen que ver con la tristeza y la ternura están castigadas para los chicos. Precisamente por eso, los espacios de cuidado entre chicos, donde florezcan las emociones, suelen ser muy limitados. La ausencia de estos espacios de amistad conlleva, a menudo, mucha soledad para chicos y hombres.

Adultez. Los cuidados también pueden formar parte de la masculinidad.

Los cuidados son necesarios para vivir. Todas las personas necesitamos ser cuidados y cuidadas a lo largo de nuestra vida. Los hombres también deben tener un papel activo en los cuidados, tanto de los demás como de sí mismos. La afectividad, el amor y la vinculación emocional, a menudo negadas a la masculinidad, son claves para contar con más masculinidades posibles.